jueves, 10 de septiembre de 2009

Algo entre paréntesis

Han dicho que mis líneas, últimamente, son prosa poética, y no me insulto. ¿Para qué afligirme ante tal comentario si algunos, quizá dos que tres, dicen compararme con Cortázar? Es que a veces, (y eso es siempre) no me doy a entender, y no lo quiero, ¿por qué he de ser erróneamente agraciada bajo este vano concepto del entendimiento? Soy un personaje más dentro de la vida de los personajes de "los otros" aquellos que se esconden bajo las telas de los que dicen no saber de nada y ni para qué saberlo. Ellos son más que personajes, son extraordinarios, dioses, monstruos, el pasado de algún asesino arrepentido. No he dado más testimonios sobre la locura, ella escribe por sí sola; no hube de confesar motivos por los cuales convalecen las palabras, ríen, lloran, enceguecen, callan. Han dicho últimamente muchas cosas, y claro que no he de escribirlas todas. Pero, de algo sí me quejo: los ensayos tipo falacia/argumentativo, supernatural/deforme. No he de escribir sobre la mortalidad del ser en una columna de mil trescientas palabras ni de la mortalidad del gato en dos.

Atentamente: la enfermedad de las metáforas.