Así como se fue el mes se van los años. Justo ayer, un treinta y uno no considerado por muchos o creído bisiesto por tantos, sucedió ser un día más y que siempre se ha marcado en el calendario. Un día que condenó mi fecha de vida y que ahora me alegro de someterme a la misma. Eso, eso es lo más extraño de leer en este pequeño espacio sepulcral donde la depresión abunda. Y claro que me deprimiré otra vez, lo juro. Pero no hoy. Amanecí de buen humor y más tarde entristecí por haber olvidado un gato dizque de azúcar y que a la hora no encontré. Pero lo recuperaré y recupero el sonreír de nuevo. Me alegro de ayer y por los muchos hoy de ayer en espera. Tal vez cuarenta, ochenta, cien... (¡no!) pero así lo espero, y si no... persistirá el ayer y un bonito recuerdo. Mientras, no admito la entrada a Septiembre.
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1 comentario:
Me da gusto que estés así.
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