lunes, 31 de octubre de 2011

De recuerdos...

Acabo de hablar con alguien sobre aquella vez que la pasé tan mal, de los sentidos despiertos de mamá al percibir toda esa nostalgia que sentía, tal vez por ser demasiado tonta. De cuando no era tan dudable que saliera de un hoyo para (refugiarme) en otro. Nadie sabía que solo tú estabas para escucharme y darme todo tu apoyo, que en ese entonces había un tú. Nos dedicamos a ser las sombras de la duda por algún tiempo, abrazar el deseo forastero e incesante. No sé cómo me soportabas. Debería serte otorgada alguna condecoración, simplemente no tuve un fascinante pasado ni tampoco mucha tolerancia al ser empalagosa y mimada. Chillona. Creo ya haberte dicho que despertaste en plenitud ese lado poco conocido. Si te hubiese advertido, ¿habrías escapado? Me temo que tampoco te di oportunidad, ahora que los días se han vuelto un tanto esclarecedores. Qué feliz estoy de contar en mi cabeza toda dicha y desdicha donde has estado, no importa cómo. Te quiero... mucho.

(Sin título)
¿Y por qué te escribo estas líneas?
en una hoja blanca sobre mi piel
¿para inscribir en ella tu insignia?
o tal vez porque te recordaré.
¿Me he de ir lejos de tu sonrisa?
no tengo itinerario fijo para saber
¿el tiempo dará cabida para que huya?
pues otra piel te dará lugar para que escribas
¿y qué habrá de nuestro ayer?
posiblemente pronto lo olvida.
¿Y por qué te escribo estas líneas?
en una hoja blanca sobre mi piel
¿para inscribir en ella tu insignia?
o tal vez porque la quiero poseer
¿y tú habrás de entregármelo todo?
eso, yo no lo sé.

Hace tiempo que escribí este ¿poema? y recién lo hallé entre las cosas que guardo. Cómo ha pasado el tiempo, transformando las cosas... Sí que sí. 

1 comentario:

Soleil Calderón V. dijo...

Romantic style in the world.


PD. Aw.