miércoles, 13 de enero de 2010

Transfiguración

Yo escucho los ruidos como de un monstruo, algún ser perdido en la extremidad de sus sentidos. Alcanzo a percibir la esencia que produce su miedo, aquel transmitido hacia los crédulos de su fiereza. Es un pobre desconocido, rechazado cuando se le encuentra en el camino de lo inesperado. No lo conozco, tan sólo lo imagino. Quizá sea yo ese ser que yace en mi cuerpo, o el ser que piensa que mi figura humana sea él mismo. No lo sé, yo sólo escucho los ruidos que la soledad realiza por sí misma mientras tratamos de encontrarnos estando sumergidos en el miedo.

No hay comentarios: