Volvías como nunca hiciste. Yo lo buscaba sin encontrarlo...
Tú lo escondiste, desde que lo conociste noté algo de desagrado.
Hiciste algo para que sintiera mucho miedo y del miedo olvidara.
Te disfrazaste de ti, y de la actitud de él. En un abrazo llegaste.
Me llamabas como él lo hace, con la misma sonrisa y mirada.
Confundida me llevabas a ninguna parte. Eras felicidad, todo.
Atravesábamos calles nunca vistas, iluminadas de nosotros.
Nos veían como los mismos de ayer, desiguales del siempre.
Veía el tiempo y no transcurría, en besos se detuvo el instante.
Eras tan real que tocaba las paredes y derredores, tu rostro.
Algo me inquietaba, te reconocía poco a poco sin recordarte.
Antes de tiempo me propusiste ir al mar, en un carro pequeño.
Al llegar pasamos por un sendero justo a la mitad del océano.
Tardamos en notar que no llegaba a la orilla, sin temor.
Dejabas el volante y en un abrazo nos consumieron las olas.
¿Por qué?
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