martes, 13 de septiembre de 2011

De ella

Hoy, al ir deprisa (regularmente no veo en estos casos) sucedió algo interesante (sí, me gusta esa palabreja para definir casi lo que sea) en el momento justo que iba a enfocar mi vista en ninguna parte para luego perderla (y a eso me refiero cuando digo no veo): pasó ante mí un taxi en ese momento y en él iba una mirada (no supe del resto) que correspondía a una mujer (sus cejas lo dejaban adivinar, no tanto sus labios rojos o sus ojos de almendra) que me resultó interesante (aquí sí lo digo en serio, las demás cursivas subrayadas también) y que atrapó toda mi atención a pesar de haberla visto sólo por unos segundos. Lo más interesante fue (sí... más) que ese mismo taxi se detuvo a unos tres metros de distancia... (de ). Ella bajó tal como la había imaginado (bonita extraño, ligeramente seria y con actitud similar a la mía al bajar del taxi (¿y ahora qué?) lo que más me había gustado fue que se sonrió sin intención alguna, tal vez notó que la observaba (¿quería verla?) y se quedó ahí parada aparentemente perdida (yo posiblemente tendría algún mapa trazado improvisadamente en la mano). Del resto que no había vislumbrado, pude apreciar una linda selección de ropa que por muy atrevida (para nada) no habría usado sino para ocasiones que valiera de verdad el esfuerzo en el pasado (blusa blanca, pantalón de mezclilla, zapatos feos) lo cual me atrajo aun más (cabe señalar que la palabra no viene subrayada). Hasta que repentinamente llega corriendo un sujeto con su cabello (demasiado cuidado) y un ramito de rosas en la mano que la abraza... debo admitir que aquello rompió con todo lo que sea había estado pensando hasta ese momento (ignórese las posibles conjeturas de lo anterior, realmente no es "nada"). Más bien hasta me hizo sonreír ver que la mujer maravilla tenía quien le llenara sus tarros de vino (bueno, esos yo los uso para las flores) y de los que he olvidado la marca para quien se pregunte... que bien, si fue un salud que terminó siendo amargo, el buen recuerdo persiste en la botella cuando se está vacía (aunque marchito se encuentre) pues hay o hubo a quien decir "¡salud!" o "¡condenada sea mi desgracia!" (o al menos así lo pienso después de tiempo andarme sobando la joroba llena de "penas"). Este episodio me hizo perderme de mil pensamientos (¿se puede pensar en sólo uno por cerca de 5min.?) y sentí que casi nada bueno me traería escribir sobre esto. ¿Qué estaría haciendo ella ahorita...? ya no la recuerdo.

1 comentario:

Soleil Calderón V. dijo...

<3 que bonito es lo bonito.