sábado, 3 de enero de 2009

Cicleto y su mundo

Acababa de reventarse la burbuja de jabón que había volado de su cabeza de caramelo. Las ideas no viajaban en nubes de algodón, sino que dormían bajo su cabeza por las noches. Aquel día había decidido dejar ir algunos sueños durante el baño, tras llenarse todo de lodo. La última burbuja hizo eco en sus oídos.

Cicleto era un niño que imaginaba ser una bicicleta. A gran velocidad dejaba todo detrás.

A veces se refugiaba en el azul de Darío.
A veces simplemente vivía su mundo.
A veces despertaba horrorizado.

Porque imaginar es un pecado...

Y llenarse la cabeza de caramelo como encubrimiento de sus temores en el pantanoso mundo en se encuentra despertado.

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