sábado, 27 de septiembre de 2008

A base de nada y de algo...

Preguntarme cómo sería la vida siendo una manecilla de reloj, no teniendo ese poder de manejar el tiempo, sino sólo seguir su ritmo inalterado, inevitable. Pero, por qué preguntarlo si la vida sigue igual todos los días... respiramos, cometemos ingenuidades, algunos logros, y expiramos. Qué otra cosa. Claro, no dejaré de lado el paraíso inventado y a veces pisado en forma concreta del cual agradecemos un buen motivo de haber vivido no injustamente como ahora, queriendo ser una manecilla para no morir paralíticamente teniendo sanas las piernas. Tampoco he de dejar de lado esa cárcel del sufrimiento que nos hace pensar de la manera más penosa y absurda, existencialista, e incluso filosófica. Esa de la cual gozamos escuchar el metálico ruido de las cadenas, de los barrotes que nos privan de ser, teniendo la llave, o condenados así, por la propia ley de la vida. Preguntarme qué sería el ser sin serlo, sentirme un animal, sin olfato ni sentido, lleno de nada, dispuesta a agredir lo que no conozco. Preguntarme mejor por qué estoy escribiendo esto... si veo al tiempo tomar sus propias circunstancias, sometidos todos a la vida y su ritmo, sin tener que preguntarnos por qué... me he transformado en un objeto, nada más.

3 comentarios:

Andreico dijo...

mierda... es un texto cojunudo. Yo, después de leerlo. no puedo decir "bueno, la vida es así, qué le vamos a ahcer -una expresión muy comúin en mi país-... sandeces, de última, para justificar la propia inepotitud de afrontar lo que nos pasa...
Un beso

Andreico dijo...

Disculpá la dicción... Já!

Andreico dijo...

Mer olvidé... Yo también soy caballo así que entiendo algo de lo que decís... Sí, ya sé... puedo ser tu padre. y esas cosas... Já!