jueves, 23 de octubre de 2008

Luna de octubre

Anoche contemplaba la vista de la cuidad. Era una oscuridad multicolor entre cerros de penumbra. Descubría apenas un misterio (la noche nunca quiso ser negra) cuando de pronto vi hacia la luna: era redonda, entre pálida y amarilla, con unas cuantas pecas en la cara de ojos cerrados. Siempre la espiaba... por ejemplo, sé que a veces le gusta voltear la mirada sin lograr ocultar su sonrisa arqueada. También sé que en ocasiones platica con la noche, que siempre tiene miedo a quedarse sola, por lo que la luna le presta su capa de estrellas cuando se va a dormir su
temporada. He escuchado que son más hermosas las lunas de octubre cuando caen las hojas de los árboles y se siente un ligero frescor en el aire. No lo sé, voy por la carretera viendo a través de la ventanilla tratando de oír la noche preguntar a la luna ¿qué pasaría si se extinguieran las luces y se perdiera la capa con las estrellas, quedándose sola? ¿se perdería entre la verdadera oscuridad? ¿nacería un nuevo día? Mientras la luna de octubre se preocupa sólo en seguir siendo bella...

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